viernes, 23 de julio de 2010

41. Empezar de nuevo.

Cuántas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento, borrarlo todo y vaciar nuestra memoria. Cuantas veces no deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y plegarnos por ejemplo a la frase "comenzar de nuevo" ¿cuántas cosas no perderíamos? serían como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido esa primera vez. Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa mas esperanzadora, ¿En realidad comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de bellos recuerdos? dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.¿Vale realmente la pena perder la memoria?

Estábamos allí, los dos, sentados en su cama, hablando de todo un poco. Me dijo que quería a Cathy. Pero que no recordaba todos los momentos que había pasado con ella. Sonreí. No pude evitarlo. Lo quería. Me perdía en sus claros ojos, una y otra vez mientras el hablaba, su voz sonaba de fondo, diferente.

- Lo intento, pero no consigo…

- ¿Lo que?

- Recordarte… no recuerdo ningún momento que pasáramos, recuerdo cuando fuimos a tu casa y nos conocimos, pero nada más, en cambio de ellas si… - agachó la cabeza

- Tranquilo, estoy seguro de que poco a poco lo recordarás

- ¿Te apetece comer algo? Es algo tarde, dijo viendo su reloj

- No, no me apetece, pero si tu quieres bajamos a preparar la cena o algo, van a ser las 9 – le dije sonriendo

- No, aquí estoy bien, ¿te puedo preguntar algo?

- Si, claro - ¿me estaba poniendo nerviosa? Si, estaba. Mucho.

- ¿Te quería mucho verdad?

- Bueno…

- Lo noto, en como me miras, es como si te conociera realmente bien, como si fuéramos muy amigos, como si lo supiera todo de ti, como si pudiera verte y saber lo que pensabas, te noto cercana, es como si fuera… especial, por decirlo así.

No dije nada. Silencio. ¿Qué le decía?

- Si, es especial, ahora me apetece descansar, creo que me acostaré ya, buenas noches – dije besando su mejilla

Se quedó allí sentado… sin decir nada.

Entré corriendo a mi cuarto y me tiré en la cama. Cogí el portátil y busqué algo que escuchar. Busted. Si. Perfecto. Agarre el cojín que había sobre la cama y me aferré a el con todasmis fuerzas. No podía más. Era demasiado pensar que se había olvidado de mí, de nosotros, de todo. Me acosté boca a bajó y lloré, descargando en cada lágrima todo el dolor que sentía.Después de un rato se abrió la puerta.

- ¿Estás bien? – se sentó a mi lado

- Si, es bueno… nada

- ¿Fue algo que dije? ¿Lo que dije?

- No, es solo las canciones, me recuerdan a alguien especial…

- Le quieres…

- ¿Cómo?

- Si, hacía tiempo que no escuchaba a nadie llorar de esa manera, bueno creo, no recuerdo… le debes querer mucho.

- No sabes tú cuanto…

- Ven, dijo estirando sus brazos – me acerqué a él y lo abracé.

La música seguía sonando de fondo. Seguíamos abrazados. Sin decir nada. Along she came, with her picture, put it in a frame, so I won't miss her… got on a plane, from London; Heathrow, it seems such a shame…” No ahora esta canción no por favor… Danny me soltó y cerró los ojos. Empezó a tararear la canción y empezó a cantar: “I feel her slipping through my fingers, now she's gone; I'm sleeping with the light on…”

Me miro. Otra vez.

- No puede ser….

- ¿Qué pasa Danny?

- Yo… esta canción… tu… bueno… nosotros… ¿por qué no me lo dijiste? ¿por qué? –dijo gritando levantándose de la cama

- Yo… lo siento

- Qué esperabas? ¿Qué me enamorara de ti perdidamente?

- ¡No esperaba nada de eso, solo esperaba que me recordaras tu solo, no viene aquí para estar contigo, vine para verte, porque estabas en coma en la cama de un hospital, por mis amigas, que necesitaban a sus novios… No quiero que te enamores de mi! Tu elegiste dejarme ¿te acuerdas de eso?

- Si, me acuerdo de todo, no hace falta que sigas engañándome haciéndote pasar por mi mejor amiga

- No intento hacerme pasar por nada, simplemente… yo… quería ayudarte, no quiero nada de ti Danny, nada, tu elegiste a Cathy y ya está… ¿y sabes que? ODIO QUE ME GRITES PARA TENER LA RAZÓN. POR QUE SABES PERFECTAMENTE QUE NO ESTABA A TU LADO PARA QUE TE ENAMORARAS DE MI, ESTABA A TU LADO SOLAMENTE POR QUE TE QUIERO – dicho esto me tiré en la cama boca abajo y esperé que se fuera, oí como abría la puerta, así que pude llorar tranquila.

- No hace falta que llores… yo… lo siento – pensé que se había ido, me giré y lo vi apoyado en el marco de la puerta.

Se acercó a mí y me abrazo.

- Lo siento – dijo- realmente no pensaba eso…

- No tienes que sentir nada…

- Gracias

- Danny no…

- Por todo lo que estás ayudándome, y por todo lo que me quisiste…

¿Quisiste? ¿Y todo lo que te quiero? ¿Eso que? Eso… bueno, eso supongo que quedará en el aire… como todos los besos que algún día nos dimos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario