56. Life, is getting harder day by day.

Dicen que la distancia pesa. Que hace el olvido. Que cura heridas y pone tiritas. Pero yo digo que eso es falso, es una puta mentira. Te fuiste y te llevaste una parte de mí. Y, la verdad, es que me visto de recuerdos hasta el amanecer y lloro y recuerdo lo nuestro. Recuerdo tu voz, y un nudo en el corazón, no deja que me duerma sin tu calor. Necesito tu abrigo y tus besos, aunque estés a tomar por culo de mí ser. Te quiero, no lo olvides.


Nos sentamos encima de la cama y me contó lo que había hablando con Doug. Escuchó su versión, estaba borracho y se acostó con ella. Fue un desliz.
- Estoy con el por que confío en el, así que le perdoné
- Me alegro de que todo esté arreglado…
Después de estar un rato hablando de nuestras cosas volví a la habitación, Danny ya estaba dormido así que me tumbé a su lado y al rato yo también estaba dormida.
Los gritos de alguien me despertaron. Danny ya no estaba así que bajé al salón. Danny lanzando cojines desde las escaleras a Doug y Ale que estaban en el sofá. Un cojín fue a parar a mi cara:
- ¡Zas en toda la cara! – gritó Ale

Que graciosos estaban de mañana. Entré en la cocina y me senté a desayunar. Llené un tazón con leche y cereales y desayuné con los gritos de los demás de fondo. ¿Soy la única que no soporta el jaleo por la mañana? Terminé los cereales y me acerqué al fregadero para dejar el tazón cuando noté unas manos en mi cintura.
- Buenos días cariño
- Buenos días – dije secamente
- ¿Y ahora que pasa?
- Odio que hagáis ruido, que me despertéis y que cuando llego me tireis un cojín a la cara –dije girándome para quedar frente a el
- Eres como una niña pequeña… - dijo besando mi frente
- Imbécil… - me acerqué más a el y le besé
- ¿Te amo vale?
- Yo también Dan – contesté abrazándole
- Remember when we scratched our names into the sand, and told me you loved me –susurró en mi oído e hizo que me estremeciera.
- ¿Cómo puedes ser tan perfecto Daniel Alan David Jones? – dije separándome para quedar frente a él
- Primero, no soy perfecto, segundo, te amo y tercero, no quiero que te olvides nunca de lo segundo – dijo sonriendo
- ¿Juegos de palabras eh? ¿Tú veías barrio sésamo eh?
- Que manera de cortar el rollo… - dijo dándose la vuelta
- Vamos Danny… era una broma – comenté yendo tras el

No se giró. Le agarré la muñeca y lo giré.
- ¿Qué te pasa ahora Danny?
- Tú, eso es lo que me pasa… te digo todo eso y tu haciendo bromitas…
- Vamos… no seas niño pequeño, anda ven…- me acerqué más a el, le miré a los ojos y le dije: -Yo también te amo Danny, y nunca me olvidaré de lo segundo, ni de nada de lo que me digas.

Sonrió y me besó. Como nunca lo había hecho, ese beso fue diferente, especial… amor, ese beso era amor.