Un ruido me despertó, cuando me di cuenta Danny ya no estaba. Bajé a la cocina y lo veo allí, me quedo en la puerta, viendo como juega con los cereales en su taza de “The Beatles”, sonríe, ¿en que pensará este hombre cuando come cereales? Da igual, me encanta… se rasca la cabeza, bosteza y mira a la puerta… ¡Mierda!
- Buenos días dormilona
- ¿Dormilona?
- Son las doce… vergüenza te debería de dar levantarte a estas horas, el resto están colocando los instrumentos que ya llegaron
- Pues tú aún ahora desayunando… - estaba agotada, y eso que no bebiera casi nada
- ¿Y mi beso de buenos días? – y se me acercó sensualmente, como solo él sabía hacer.
- ¿Te lo mereces acaso?
- Yo creo que si ¿No? - Me besó y como resistirme a semejante hombre…
Desayuné como pude mientras Danny me tiraba los cereales a la cara, era como un niño pequeño. Cuando acabé crucé la calle corriendo para que nadie me viera mis pintas, y les ayudé a colocar los instrumentos que quedaban me duché y bajé a comer. Ale me interrogó durante toda la comida:
- ¿Qué tal con Danny?
- Bien, es genial, perfecto, encantador, y no es borde – una sonrisa se me puso de oreja a oreja - ¿Tu con Doug?
Me contó que era como un niño pequeño, me gustaba verla feliz, no podíamos tener mejor comienzo de verano. Esa tarde fuimos a Barcelona centro, cuando bajamos del coche Danny me agarró la mano, y me dijo:
- Te dije que no quería que nos vieran, pero quiero estar a tu lado
- Te quiero - fue lo único que le dije
Doug cogió a Ale de la mano también e íbamos todos riéndonos. Tom nos dijo:
- Chicos, tenéis que saber algo…
Se acercó a Harry y le dijo:
- Cariño, me da igual que nos vean juntos, quiero estar contigo - le dijo mientras le agarraba la mano.
Harry se acerco y hicieron como si se besarán, todos nos reímos y seguimos andando, comprando todo lo que nos gustaba y lo más importante, juntos.
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