Solté su mano me levanté y caminé a casa, por mi cabeza pasaron todos los momentos que había pasado a su lado, desde la primera vez que lo vi, hasta nuestra primera noche juntos. Cada lágrima que bajaba por mi cara ardía más que la anterior, todas, y cada una se llevaban las palabras de amor que me había dicho cada día, palabras que se acababan con simplemente tres: No te amo. Abrí la puerta, todos preguntaban por Danny. Danny, Danny, que más daba Danny? Subí las escaleras sin abrir la boca, escuché como llamaban a la puerta, una y otra vez, no contesté, abrieron.
-Te conozco demasiado, llegas sola, con el rimel corrido, y no nos miras ni a la cara ¿Qué te pasa?
-Nada no pasa nada, ¿ves tú que pase algo?
-Cuando quieras hablar ya sabes donde estoy, no tengo porque seguir aturando boberías -Ale cerró la puerta dando un portazo
-Lo siento… - dije cuando estaba ya fuera
Me puse mi pijama y me metí en la cama, no podía dormir, era imposible. Acerqué mi mano a la mesilla de noche y encendí la radio con el mando a distancia: “Summer has come and passed,the innocent can't never last wake me up when september ends” No podía seguir escuchando, apagué la radio y bajé al salón. No había nadie, vació. Abrí el cajón de los Dvd’s “Sábado en el campo”, “Parque de atracciones” “Tardes de playa”… Los recuerdos, muchas veces, ayudaban a olvidar… Cogí una caja de pañuelos, y me senté a verlos. Encendí el móvil, con la esperanza de una llamada diciendo que se equivocara, pero no, ni una llamada, ni un mensaje, ni un simple perdón. Solamente imágenes, muchas me hacían sonreír, otras llorar, pero todas, me hacían sentir que él no estaba a mi lado. 5:27, y seguía sin dormir. Tenía un problema, se llamaba amor, y aunque lo intentara, mi corazón se lo había llevado él, y como dice la canción: “El corazón, nunca miente”.
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