Había dormido solamente cuatro horas, todos seguían durmiendo, así que me pegué una ducha me puse mis pitillos negros y una sudadera rosa, las ojeras en mis ojos se notaban de lejos, pero no me importaba, me puse mis converse y me fui a dar una vuelta, antes de salir cogí mi Ipod, puse aleatorio y dejé una nota: “Salgo por ahí” Cuando abrí la puerta me encontré con esos, sus ojos. Estaba sentado en la ventana con la guitarra, de mi Ipod salieron algunas notas: “It’s all about you, baby” le miré, mi miro y seguí andando. Anduve durante horas, sin parar, pensaba en cada frase de cada una de las canciones que sonaban, intentando borrar de mi cabeza cada una de las palabras que me había dicho la noche anterior. Llegué a la playa y me tiré en la arena, saqué un cigarrillo tras otro, nunca pensé que llegaría a fumar tanto, contemplaba todas las personas que paseaban por la playa, algunas solas y otras con sus parejas, recordé mi primer beso con Dan, en aquella playa, al poco de llegar… cada lugar me recordaba a él, cada canción. Movil.
- ¿Si? – contesté sin muchas ganas
- Vero, ¿dónde estas? Llevamos toda la mañana buscándote, ¿no vas a venir a comer?
- No me apetece, de verdad, estoy algo cansada
- Moni me contó lo que pasó, Danny se lo contó a los chicos
- Bueno, entonces ya no tengo nada que explicar, en un rato estoy ahí.
- Te espero, tenemos que hablar sobre esto, no puedes escaparte del mundo – y colgó
Me levanté y me sacudí el pantalón, estaba llena de arenas, comenzó a llover, lo que faltaba – pensé. Seguí andando, sin preocuparme mucho la lluvia. Cuando estaba apunto de abrir la puerta de casa, se abrió, Ale salió corriendo a abrazarme mientras por nuestro lado salió corriendo Danny, dio un portazo y se fue. Me senté en el sofá con todos alrededor. Cuando los chicos Ale y Moni pidieron que les contara todo, se quedaron pasmadas cuando les dije lo que me había dicho, no se lo podían creer. No hicimos nada toda la tarde, vimos una película tras otra, hasta que llegaron los chicos, iba a subir a mi cuarto, pero no me dejaron. Cuando entró por la puerta tuve ganas de escupirle en la cara, pero Harry agarró mi mano y me dijo: - Se fuerte. Sonreí, o intenté hacerlo. Fue la noche más incomoda de toda mi vida, bebí sin parar, como nunca había hecho, le dije bunas noches y me dirigí a mi cuarto, cuando había subido cinco escalones me empecé a marear, y caí hacía atrás, noté como unas manos me levantaban. - ¿Estas bien? Has bebido demasiado – Sácame las manos de encima Daniel, no te me acerques, no me hables, no me mires, y ni siquiera respires el mismo aire que yo. Nadie dijo nada, después de esto subí las escaleras y me dispuse a dormir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario