martes, 20 de julio de 2010

33.I wanna hold you

¿Que querría decirme? Quisiera que me dijera muchas cosas, pero estaba segura que no lo haría. A él no le importaba ni lo más mínimo,
Una semana después de haberse ido había encontrado con que distraerse. – Vero, ¿estás ahí? Me sacó de mis pensamientos.
-Jones, habla, no tengo todo el día
-Cuando te dije todo aquello…
-Cuando rompiste conmigo querrás decir ¿no?
-Como quieras, cuando rompimos, te dije que no te amaba, no que no te quería, te quiero, como quiero a Ale o a Moni, y me molesta que estés reacia a hablar conmigo
-No estoy reacia, solo soy borde – Ale empezó a reírse, hasta que la miré con mala cara y hizo un gesto de callarse.
-¿Por qué eres borde? No te engañé, te dije lo que sentía de verdad
-Haber Jones, soy borde porque tardaste casi tres meses en darte cuenta de que no estabas enamorado, no, no me interrumpas, recuerdo perfectamente lo que pasó en Madrid, TODO, absolutamente cada palabra que salió de tu boca. Y las dos más importantes fueron TE AMO, ¿y tres meses después me dices que no sientes nada? ¿Cómo quieres que me lo tome? ¿Acaso pretendes que regale un pin o algo?
-Ironía a parte eh! Solo intento arreglarlo que seamos amigos, que me cuentes tus cosas, y yo las mías.
-¿Qué quieres que te cuente, si salgo con alguien? Yo no estoy dispuesta a escuchar como te lo montas con tu noviecita, porque como supondrás yo no he podido olvidar tan fácilmente como tu todo lo que paso…
-Solo intento arreglarlo… lo siento
-Pues arreglado Jones, si necesitas algo me llamas, si necesito algo también, y si necesitas preservativos te los mando, que seguro son aquí mas baratos – la cara de Ale se puso a cuadros. ¿Eso lo había dicho yo?
-Em... vale ¿hablamos en otro momento si? Te quiero
-Adiós Jones

Ale no dijo nada, se rió bastante de mis indirectas y seguimos tomando el sol. Por mi cabeza rondaban muchas cosas, en realidad, no sabía porque trataba de esa manera a Danny, intentaba comportarme con mucha naturalidad, pero era imposible, me alteraba solo escuchar su tono de voz. Quería seguir hablando con el con tranquilidad, saber que tal estaba, pero quería olvidarlo. Muchas veces no sabía lo que pasaba por mi cabeza. Realmente, mi cabeza y mi corazón, tocaban la misma canción, pero no llevaban la misma melodía.

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